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El terrible episodio tuvo lugar en el
nosocomio Evita de Lanús, y el presunto abusador fue detenido horas más
tarde por efectivos policiales.
Una nena de 13 años fue abusada por un degenerado en el
hospital Evita de Lanús donde cuidaba a su abuela que se encontraba internada. El ataque fue perpetrado por un hombre de 28 años ya identificado, cuya esposa también se encontraba internada en el lugar.
Sucedió el domingo 14 de abril alrededor de la 1 de la madrugada, cuando la menor fue sorprendida por el sujeto en un pasillo del centro de salud en el momento en que la joven iba a buscar una bebida a la planta baja y es abordada por este depravado, donde la amenaza con un cuchillo y la hace ingresar al ascensor y la obligó a practicarle sexo oral. Horas más tarde, la policía detuvo al
presunto violador.
No conforme con lo realizado, además, le quitó el celular, anotó su número
de teléfono y continuó acosando con amenazas de muerte para ella y su
abuela. Gabriela Ares, tía de la adolescente, contó a la prensa que la nena está lastimada con una grave crisis nerviosa.
El Ministerio de Salud bonaerense aplicó el Protocolo Contra la
Violencia Interna y Externa y los médicos del centro asistencial atendieron a
la adolescente. Además, un equipo interdisciplinario está brindando atención
psicológica a la menor de edad y, su familia que aún continúa internada.
En tanto, voceros de la cartera sanitaria precisaron que Alejandro
Raveca, el director provincial de hospitales, está en contacto con el padre
de la adolescente "y se encuentra a su disposición"
Por su parte, se supo que el sospechoso vive en Monte Chingolo, fue
identificado como Diego Ramón Cándia (28) y fue rastreado
por los efectivos luego de simular una llamada de la víctima. El
abusador estaba en el nosocomio porque su esposa había sido operada y fue
cuando le dieron el alta que regresó al lugar con total impunidad para
retirarse junto a ella. Allí quedó detenido.
Una vez antes las autoridades, cuenta Ares, el hombre reconoció su
culpabilidad al pedir perdón a los familiares. De todas formas, las pruebas son
contundentes.
Por su parte, fuentes del gobierno bonaerense explicaron que las
cuatro cámaras que existen en el centro de salud funcionan -una en el hall
central, otras dos en los consultorios externos y una más en la zona de
montacargas-
“El hospital
tiene 30 mil metros cuadrados de superficie y en ciertos horarios restringe el
acceso (uno o dos) del edificio. Está asegurada la seguridad por parte de la
Policía de la provincia de Buenos Aires, había cinco efectivos (unos en puestos
fijos y otros haciendo rondín). Además hay cuidadores para prevención”, detalló
Alejandro Ravecca, director provincial de hospitales.
Precisó
que “violencia de este tipo verdaderamente es algo inusual y totalmente
deplorable”, y detalló que hay cámaras de seguridad en el centro de salud pero
“en sectores que no vulneren la integridad de personas internadas”, como
Guardia, ascensores y consultorios externos.
La
Editorial
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